¡Felicidades! ¡Ya podemos decir adiós al tapabocas!

La primera vez que escuchamos del Covid – 19, sólo era una noticia internacional de lo que pasaba en la lejana Asia, donde en un caldo de murciélago se había contagiado un virus a los humanos; con el pasar de las semanas y el uso masivo de la tecnología y los medios de comunicación, la noticia se viralizó a nivel global y empezamos a sentirnos conmocionados por que estaba golpeando duramente a los países superdesarrollados de Europa, luego llegó el pánico, lo teníamos en el territorio, sabíamos que no estábamos preparados, nuestro sistema de salud siempre tan deficitario no iba a responder; entonces vinieron las compras irracionales de toneladas de papel higiénico, el abastecernos de mascarillas a precios astronómicos, las medidas extremas de cuidado: cabinas de desinfección, el uso recurrente de geles antibacteriales, alcoholes antisépticos, amonios cuaternarios, restricción de salidas y visitas en casa.

Finalmente, con el menor síntoma corríamos a tomarnos el “remedio” (Desaconsejamos consumir estos productos como medida de tratamiento contra el Covid-19) en tendencia del momento: Ivermectina; CDS – más conocido como dióxido de cloro; tres Aspirinas hervidas en el jugo de tres limones; plata coloidal y un sinfín de prácticas y remedios caseros que hicieron carrera antes de que la aplicación de vacunas consiguiera la, tan anhelada, inmunidad de rebaño (70% del total de la población vacunada de un área específica).

Hoy podemos salir libres de máscaras, libres de ataduras mediáticas que nos estaban ensombreciendo la existencia, hoy podemos sentirnos más seguros para compartir con amigos, compañeros de trabajo, de estudio, o esporádicos visitantes en un centro comercial, una piscina o los que nos trae el destino en una jornada de senderismo.

El uso de la tecnología: Herramientas virtuales y tecnológicas

Todo ese desastre del Covid – 19 nos obligó a hacer diferentes cosas para evitar el contacto físico con personas ajenas a nuestros núcleos familiares, en ese momento la virtualidad creció como un sunami y de una manera increíble, todos los procesos, empezando por la educación, corrieron a desarrollarse prioritariamente a través de plataformas web, on-line, en redes sociales con la mediación de las Tecnologías de la Información y Comunicación.

La mayor parte de las actividades de compra y venta empezaron a realizarse de manera virtual, el teletrabajo tuvo sus 15 minutos de éxito rotundo, las reuniones por plataformas como Zoom®, Microsoft Teams®, Google Meet® y otras de menor reconocimiento llevaron a ingentes grupos de trabajadores y empleados a actualizarse en el uso de herramientas digitales.

Los servicios de salud en todas las EPS implementaron la telemedicina, nos tocó aceptarla, ver al médico que sin poder auscultarnos, mirarnos la lengua y los ojos, tomarnos la presión, se atrevía a dar un diagnóstico mediado sólo por la imagen y por lo que pudiésemos contarle de nuestras dolencias. Lo bueno es que ya muchos gozamos del privilegio de sacar citas médicas a través del WhatsApp Business®.

Nuestra historia

Para nosotros, en Excalibur Producciones, el primer impacto real del Covid-19, nos obligó a cerrar nuestras instalaciones, fueron 4 semanas de angustia, puesto que las suposiciones invadieron a la comunidad y a nosotros mismos, nos imaginamos el peor escenario: Somos una empresa de eventos y todos los eventos estaban cancelados hasta nueva orden, el panorama no podía ser peor, no sabíamos hasta dónde iba a alcanzar nuestro capital de trabajo para sostener la nómina, decidimos confiar en la voluntad del Señor y con la calma que nos dio esa confianza, nos dimos cuenta que la logística de desinfección estaba en auge y tendría una gran demanda, así que hicimos arreglos para prestar servicios de desinfección (Lavamanos portátiles – cabinas de desinfección).

Esos servicios logísticos nos permitieron mantener buena parte del staff de la compañía, no obstante ante la incertidumbre de cuando terminaría el efecto negativo de la pandemia, sabíamos que de tendríamos que REINVENTARNOS (Palabra de moda en el 2020) y empezamos a hacer benchmarking y dentro de todas las tendencias que encontramos y una de las que más se acomodaba a nuestro core business era la producción en streaming, fue así que iniciamos el montaje de un estudio de producción audio visual y montamos nuestro propio reality “El Protagonista Soy Yo, de ahí pasamos a los bingos y juegos virtuales.

La pandemia nos ayudó a ampliar nuestra visión y a incursionar en nuevos campos a través del uso de las tecnologías de la información y comunicación, así hemos podido ayudar a muchas empresas a desarrollar actividades de fidelización de clientes, a través de bingos y concursos virtuales; bienestar del talento humano con jornadas de yoga, danza, pilates y otras disciplinas culturales o deportivas; además foros especializados con participantes institucionales ubicados distintos lugares de la geografía.

Así pues, hemos crecido ayudando a nuestros clientes a crecer.

Nueva realidad

¡Afortunadamente toda tormenta tiene su fin! Con la llegada de las vacunas y los esfuerzos de los gobiernos por vacunar a sus poblaciones, el efecto adverso de la pandemia se redujo enormemente y va a seguir declinando y hoy podemos dar un feliz adiós a las mascarillas, a su incomodidad, a su costo y sobre todo al daño que le causamos al medio ambiente por las toneladas de tapabocas que hemos venido consumiendo.

Aunque volvamos a vernos la cara libre y completamente, muchas cosas han cambiado, las mejores de ellas tienen que ver con la virtualización y las tecnologías de la información, entre muchos servicios de la nueva economía se encuentran los Fintech y sus derivados, las plataformas de educación virtual que se consolidaron como Platzi®, Domestika®, Udemy®, adicionalmente los negocios tradicionales fortalecieron sus canales TIC y ahora, algunos de ellos venden más por las plataformas digitales que en sus negocios físicos.

Todos los trámites y procesos que se faciliten a través de la internet o plataformas digitales son bien recibidos por el público en general, no obstante, hay que realizar algunas consideraciones para que el nuevo paradigma de la virtualidad no nos vaya a atropellar por el uso desmedido que hagamos de sus instrumentos.

De acuerdo con @Freddiervega, influencer y CEO de Platzi, hemos dado un salto de una década en la penetración de las tecnologías de la información y comunicación; nuestros abuelos, presionados por la necesidad de comunicarse con sus seres queridos decidieron acceder a las redes sociales, empezar a pagar servicios desde el celular y buscar entretenimiento en YouTube®. De una manera u otra todos, durante estos dos largos años aprendimos a usar nuevos programas, aplicaciones o funcionalidades de tecnologías que ya usábamos.

Certificación trinorma - ISO 9001, ISO 45001, ISO 14001

Uso racional y saludable de las TIC

La filosofía y las ciencias de salud han aclarado nuestra necesidad de vivir en sociedad, compartiendo nuestras emociones y sentimientos, sintiendo al otro, tocando al otro. Un abrazo, una caricia, un beso son sensaciones que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune, nos sentir acompañados, apoyados, pueden tranquilizar el ritmo cardiaco, normalizar la presión sanguínea y otros efectos a nivel sicológico que aún están en estudio. Por ello se hace altamente recomendable que se haga un uso concienzudo, medido de la tecnología, especialmente cuando nos aleja del compartir con el otro de manera personal, de vivir la naturaleza de manera directa.

Debemos preferir el contacto humano de quien nos ama a la interacción con la máquina, la palabra directa sin la intervención de aparatos, sistemas, software o cualquier artilugio del ingenio humano; especialmente con los niños hay que cuidar tanto el relacionamiento personal directo, como el que se hace a través de pantallas.

En este sentido varias asociaciones de pediatras en diferentes países desaconsejan el uso de pantallas antes de los 2 años y proponen que haya un uso controlado a partir de ese edad y máximo de una hora al día hasta los 5 años, finalmente sugieren que de ahí hasta los 18 años la exposición máxima que deben tener los más jóvenes debe estar entre una y dos horas diarias.

Además con estos grupos poblacionales se deben controlar el tipo de contenidos, personas y sitios web que visitan, los horarios en que realizan el uso de aparatos y el tiempo en que ha de dejarse de lado el uso de celulares, televisores, tabletas, computadores y cualquiera otro aparato que emita luz azul; dado que este tipo radiaciones afectan el sueño y con ello los ciclos circadianos, pudiendo producir alteraciones en el comportamiento.

De acuerdo con los neurólogos dentro de sus recomendaciones para tener una adecuada higiene del sueño debe ser una hora antes de irse a dormir.

Para los adultos las recomendaciones adicionales, teniendo en la cuenta la penetración de programas, apps, uso de sitios web y la información sensible a la que tienen acceso, están relacionadas con temas de seguridad, uso de las claves, visita a sitios no confiables, almacenamiento de información sensible, compartir equipos electrónicos y/o claves de acceso de algunos programas.

¿Y tú, cuánto tiempo le dedicas a compartir con tu familia sin pantallas?
Te invitamos a que nos dejes tus comentarios